sábado, 10 de octubre de 2009

La Rijana


Circulando por la abominada carretera de la costa en el tramo que comprende entre Calahonda y Castell de Ferro nos encontramos, dentro del término municipal de Gualchos, con una recoleta cala conocida como La Rijana. Esta zona es la más escarpada y abrupta de todo el litoral granadino, aquí los desafiantes acantilados y las tropicales playas son las que se apropian del paisaje. La que nos ocupa, muy del gusto de turistas y lugareños, se sitúa a los pies del Cerro del Águila. Preside la cala sobre un espolón rocoso que se adentra en el mar una ruinosa torre conocida por el mismo nombre, mucha es la historia que esta tiene que contar sobre las distintas civilizaciones que han habitado este espacio.
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Esta torre no pertenece a ninguna línea de vigilancia, como era el caso de las Torres de Calahonda, ya que no tiene contacto visual con ninguna otra fortificación, su función era exclusivamente de defensa hacia la cala. Se conoce asentamientos en este lugar desde época romana, en la zona baja del acantilado se encuentran restos de una estructura hidráulica tardorromana, aunque fue abandonada y recuperada posteriormente en tiempo califal y nazarí cuando se aprovecha la cala para la extracción y comercialización de los productos que el Mediterráneo ofrece. Para la defensa de la playa se construye sobre el peñón un recinto fortificado que fue ampliado por los nazaritas ocupando todo el área del mismo. Lo más significativo del conjunto, la torre con su aljibe, fue levantado por manos cristianas.


El nombre de Rijana proviene de Harra y Hanna, dos princesas árabes que, se dice, habitaron esta torre aunque también se la conoce como Torre de la Condenada o Vigía de Águila. Como ya hemos indicado la torre se debió construir a finales del siglo XVI o principios del XVII para completar el recinto que ya existía. Está fabricada con mampostería y mortero de cal alcanzando actualmente los doce metros de altura en su parte más alta aunque debió de ser mayor ya que tiene rotas las esquinas superiores y muy deterioradas con un inminente peligro de que siga cayendo más partes de la torre. Adosado a esta se encuentra una habitación con restos del arranque de la bóveda que correspondería al aljibe. Alrededor de la torre, sobre el peñón se pueden observar los distintos yacimientos arqueológicos de la antigua fortificación donde destaca otro aljibe mejor conservado que el de la torre ya que dispone de su bóveda completa. Hoy en día ya no tiene nada que defender pero la inestable torre en ruinas, desde su extraordinario emplazamiento, se resiste a dejar de contemplar cada tarde la caída del sol hacia el mar.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso de que el nombre de la Rijana procede de Harra y Hanna y que fueron dos princesas, no sé de dónde lo has sacado.

Jack Builder dijo...

Si no recuerdo mal, para elaborar esta entrada usamos como bibliografía el libro "Una cala que llaman la Rijana" de Antonio Malpica Cuello y Antonio Gómez Becerra.

Saludos